4.9.12

La Casa Vieja


 Fotografía de F.Puigcarbó y otras cositas más de Flor




Esta casa vieja siempre le fascinó. Desde muy pequeño iba camino del colegio de la mano de su madre y la miraba, la miraba y siempre tenía que pasar por encima de los dos peldaños que había cerca de la puerta con su madre siempre regañándole porque ya era tarde.
Era siempre lo mismo, salían de casa siempre corriendo, porque era un problema todas las mañanas para despertarse, para vestirse, para comer.

Cuando se sentaba a tomar el desayuno, la taza con leche y el pan con mermelada hecha por su madre de los membrillos que su abuela mandaba en una cestilla allá del pueblo y que venía al cuidado de un maquinista del tren que era su vecino, una persona de mucha confianza, parece que la leche crecía en la taza y el pan quedaba solo porque la mermelada desaparecía...

Muchas veces seguía muy callado y pasado unos diez minutos preguntaba a su madre quién vivía en la casa vieja y su madre le contestaba que la casa estaba cerrada hace mucho tiempo y que no vivía nadie allí.

Llegó un día en que ya era un adolescente su madre ya no lo llevaba al liceo, la curiosidad era tan grande que se reunió con dos amigos más que también les gustaba el misterioso y decidieron que irían intentar abrir la puerta de dicha casa.

Uno de esos amigos sabía algo más de la historia de los antiguos habitantes que según él eran tres hermanas que quedaron viudas y solo salían en la noche. Dicen los vecinos de aquél tiempo que durante el día las ventanas estaban siempre cerradas y en la noche abrían las ventanas y las luces seguían prendidas toda la noche.

Algunos años más tarde dejaron de ver las luces prendidas, las hierbas empezaron a crecer cerca de la puerta y nunca supieron si las mujeres se fueron, si murieron, todo quedó en un misterio muy grande.

Alguien contó que en algunas noches se oían voces viniendo de dentro de la casa que se confundían con el viento y con el movimiento de las ramas de los arboles.

Como habían combinado los cuatro amigos siguieron con un poco de temor porque tres de ellos desconocían por completo todo aquel misterio.

Cuando estaban aproximándose parece que los pies no querían seguir adelante, parece que daban dos pasos en frente y uno para atrás. Llegados en frente a la casa de seguida pusieron el oído en la puerta a ver si oían algo, uno de cada vez, después se miraron y estaba todo en silencio. Hicieron un esfuerzo en la puerta pero a pesar de estar con la madera envejecida no se movió. Parece que la tarea estaba siendo más difícil de lo que pensaban.

Empezaron a conversar bajito sobre lo que iban hacer, la tarde ya estaba oscureciendo y la hora de la cena llegando.

Iban a desistir y volverían otro día.

Estaban ya decididos a regresar a sus casas y los cuatro empezaron a observar con atención la ventana ya sin cristales pero tapada con madera ya agrietada.

Los cuatro amigos se quedaron petrificados, con los ojos bien abiertos y la boca abierta pero sin salir palabras, apuntando hacía la ventana.

Salieron corriendo como locos uno para cada lado en dirección a sus casas.

Ellos no contaron a nadie lo que habían visto, pero yo les cuento. Tuvieron una visión de la cara de una mujer que los estaba mirando.

Pregunta: Saben quién era esa mujer??

Respuesta: Yo!! la mujer que escribió esta historia.

Bien que los protagonistas podrían ser "Los Cinco", pero no, solo fueron los cuatro, el perro no quiso ir, se quedó en casa. Sera que el perro ya sabía el final de la historia?


Autor: Flor



Esta noche...




Esta noche te esperé, no dormí... solo soñé... despierta!

Miré por mi ventana, cuanta estrella conté.

Con el libro de las estrellas en la mano iba identificando cada una. Las fotos no coincidían con ninguna, ni en el cielo ni en mi libro tú estabas.

Y me fui quedando pensando que la luna te estaba tapando y que en su camino yo conseguiría verte mirándome allá donde tú me dijiste que estaria tu estrella en tu cielo...

Amaneció... tu estrella no apareció.

Abrí mi ordenador busqué los mensajes que habían llegado y mientras tomaba un café fuerte y caliente, los fui leyendo, lentamente, cansada. No había llegado ninguno tuyo. No me di cuenta que la ventana estaba un poco abierta y empecé a sentir un poco de frio, sentí un calofrío. Cerré la ventana y mientras estaba intentando oír las noticias en la tele, oí que en tu país en la provincia donde vives estaban pasando unos vientos ciclónicos y una tormenta que obligaba a que tuvieran que quedarse en casa sin luz, sin calefacción y pude ver que a pesar de allá ya ser mañana parecía que la noche todavía no se había ido, de tan oscuro estaba el cielo. Me recosté en el sofá, y... me dormí.

Fíjate lo que soñé, soñé que la estrella que yo estaba buscando no existía por eso yo no te encontré, que no la habían descubierto aún. Claro, por eso no estaba en mi libro. Pero porque me equivoqué? Quién me había hablado de esa estrella? Habías sido tu, estoy segura. Me puse a pensar y me acordé que me habías dicho que en tu virada del año todavía no sabias donde la ibas a pasar y ahora veo que me hablaste de un año 2100 pero yo pensé que eso era debido a que como siempre estas cambiando las letras cuando estas nervioso será que es verdad, tu vives en un tiempo futuro? Pero en qué año estoy?, yo estoy en el año 2009, muy pronto llegará el año 2010...

Mira, de repente me desperté! Me desperté con una música que estaba pasando en la tele que nos gusta mucho a los dos. Dios mío que dolor de cabeza, que confusión he tenido, ya no sabía si estaba despierta si estaba soñando y cuando me acerqué del ordenador, mientras yo dormía había llegado tu mail donde me decías que estabas bien para que no me quedara preocupada pues seguramente ya había oído lo que estaba pasando en tu ciudad por la tele y que si la tormenta termina ya podré mirar al cielo y tu estrella ahí estará mirándome y brillando solo para mí.

Ya decidí, no volveré a mirar el cielo para ver tu estrella, yo viajaré para cerca de ti, subiremos la montaña y la miraremos los dos juntos. Nos tomaremos un chocolate bien calentito, llevaré un Bolo Rei y ahí recibiremos el año nuevo, el 2010! Estoy segura que una lluvia de estrellas ira bendecir nuestro encuentro y nuestra amistad.

Después del mensaje que me enviaste al final de la mañana, sigo sin recibir noticias tuyas, dime algo por favor ! Te extraño.

Flor

Viejas fotos




Ayer en la noche estuve buscando unas fotos en mis gavetas, no encontré lo que buscaba pero bien, bien en el fondo de todo abri una cajita que ya no me acordaba que tenía y me di cuenta de unas fotos y cartas que me escribiste hace mucho tiempo y que yo creía que mi maman me las habia destruído. Tanto que las busqué y ahora aparecen después de tantos años...

Me senté en el suelo de mi habitación con los ojos humedos al leer todo lo que me decías y me di cuenta que también había cartas que no habian sido abiertas y pensé porque seria que no las había abierto... Seguí mirando las fotos donde estabamos los dos bailando en una fiesta de carnavales...

Flor


3.9.12

Amig@ mio







Fue un placer muy grande haberte "conocido".

Al principio yo siempre daba la bienvenida a mis nuevos seguidores y me acuerdo que lo hice contigo y hasta te dediqué una canción de un cantante que me gusta mucho. Te quedaste muy grato y más tarde me di cuenta que no te gustaba que yo fuera tan insinuante. Tu eres una persona reservada, no te gusta ser el centro de las atenciones... Solo me he dado cuenta de eso un poco tarde, desgraciadamente.

Hace casi un año que nos conocemos, fue casi al principio de haber creado mi blogue y tu el tuyo. Me acuerdo que me enviaste un correo y yo no sabía qué hacer con él, estuve casi a borrarlo, porque estaba en estas cosas de la net hace poco tiempo. Hasta pedí consejo a una amiga y ella me dijo que te contestara que no veía nada malo en eso. Además mi identidad estaba reservada.

Empezamos a ser amig@s, aumentamos la cantidad de presencias en nuestros contadores del blogue y del e-mail hasta un día.

Cuando yo digo hasta un día lo digo con tristeza. 

Por mi culpa y creo que alguna culpa tuya también, llegamos a un punto que por lo menos para mí, tu presencia ya estaba siendo imprescindible para sobrevivir en mi blogue. Me acostumbraste a que todas las mañanas cuando me levantaba ya tenía un correo tuyo deseándome los buenos días y siempre, siempre un comentario muy amigo en mis entradas que yo siempre publiqué a diario. Que feliz empezaba yo mis días. Empecé a escribir poemiñas con tu ayuda y hasta hoy siempre me incentivas a que yo siga haciéndolo.

En nuestro jardín llegaron algunas hierbas dañinas con espinas. Llegaron así, sin saber el porqué, de repente! Empezaste a no entenderme y a no tener paciencia para nuestra amistad.

Hoy veo que no supe entender lo que es una amistad virtual, aún es difícil... creo que no lo voy entender nunca. Para mí el sentimiento de la amistad es solo uno.
Después de leer hoy tu entrada (hace tanto tiempo que no publicabas!), me apeteció escribirte esta carta y decirte que mi deseo es que sigas siendo feliz y que te sigo queriendo mucho.
Te has dado cuenta que no te nombro? Yo sé que no te iba a gustar.

Un beso de tu amiga que jamás te olvida,
Flor

Cappuccino



«Cappuccino»
Ingredientes:(para 4 tazas)
2 tazas de café bien fuerte
2 tazas de leche muy caliente
8 cucharadas soperas de nata
2 cucharadas soperas de cacao en polvo
Preparación:
Vierta el café bien fuerte en las tazas,
llenándolas hasta la mitad más o menos.
Después bata con las varillas la leche para
que haga espuma y cuando esté lista,
añádala muy despacito en las tazas.
Monte la nata y póngale un montecito por encima.
Espolvoreé cuidadosamente
con el cacao en polvo y sírvalo.
7 horas de la noche!

Sigo tomando mi cappuccino.
Que elegante es la confitería donde me dijiste para esperarte, lujosa, parece que estoy en Paris! Miro a la gente que llega, toma su café y sale corriendo; gente que se queda un poco, toma el café y lo acompaña con unos pasteles; gente que entra mira a la gente presente como que buscando a alguien y se va quedando como yo, quién sabe esperando por alguien que llegará o no.

7horas y 30!

Dónde estás, que no llegas!! Hay un hombre que me mira con intensidad, será que él también está esperando a alguien? La música de fondo es una música romántica que me gusta y la voy escuchando...

7horas y 45!

No puede ser, ya no puedo esperar más, el hombre no quita los ojos de mi, qué bello es, que bien vestido está, tiene un aire refinado, elegante. Llamo el empleado y le digo que quiero pagar. El empleado me contesta que aquel señor sentado en aquella mesa cerca de la puerta ya había pagado mi cuenta. Me quedé con una cara que quisiera verme al espejo, Dios mío…, sentía un calor, que vergüenza. Debería estar roja como un tomate.

Y tú que no llegas...

Y ahora que hago, tengo que darle las gracias, no sé qué va a pasar, no estoy acostumbrada a estas cosas, y si él me invita a cenar, que hago? No, no puedo! Bueno, tengo que tomar atención, él me parece ser una persona educada, es cliente asiduo porque los empleados lo tratan con respecto y por su apellido.

Y tú que no llegas...,

Y si me invita... voy aceptar, no veo mal en eso... ay esa música que está pasando ahora... un bolero...

Mientras estaba pensando en esto miré hacía aquella mesa y me doy cuenta que ya estaba vacía. Él iba saliendo con una mujer también ella elegante y que por fin había llegado. Él me miró como pidiendo disculpas y yo me quedé con los ojos húmedos. Que sola me he sentido!
Tu no llegaste nunca, y yo nunca más lo vi! Jamás volví a entrar en aquella confitería. Siento que perdí una oportunidad de haber tenido un momento feliz. Y tú? Tú no pasaste de una ilusión en que un día me podrías haber proporcionado un fin de tarde agradable y te fuiste a cenar (dijiste) con un amigo de infancia y me dejaste allí sentada a la "intemperie" de unas miradas golosas.

Yo perdí. Lo perdí para alguien que llegó retrasada y me llevó mi única posibilidad de haber tenido compañía en aquella tarde en una confitería en el centro histórico de mi ciudad.

Todo esto ya se pasó hace tantos años…

Recuerdos que jamás se olvidan.


Flor


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