22.10.11

Carta a un Amigo






Eran cerca de las once de la mañana, me había levantado hace poco tiempo, tocó el timbre de la entrada del edificio. Era alguien de una florista, me dijo el nombre pero no lo entendí muy bien, dijo que venía hacer una entrega para mí. Mientras la persona no llegó a mi piso, me puse a pensar quien sería que me estaba mandando flores.


Me miré al espejo, apenas había dormido y no me gustó nada de lo que mi espejo me enseñó. Tardo unos minutos a llegar y por fin oí el timbre. Abrí la puerta y que sorpresa me estaban haciendo? Que lindas flores, no estaba conociendo muy bien que calidad eran y el empleado me dijo que eran Peonias. Le agradecí, cerré la puerta fui corriendo a coger las gafas para poder leer la tarjetita, mi corazón saltaba, no hacía ni idea de quien serian…

Me senté. Dirigí la luz de la lámpara para mis manos, saqué la tarjetita del sobre perfumado color rosa y empecé a leerla:




te regalo hoy 
flores con todo mi amor 
siempre te amaré.

Estuve unos minutos volteando la tarjeta, mirando adentro del sobre, buscando algo que me dijera quién me estaba regalando tan lindas flores.

No estaba firmada!!...


Sigo pensando quien habrá sido que me hizo esta sorpresa y no quiso identificarse.


Habíamos quedado, unos amigos y yo, encontrarnos en un restaurante de un hotel que sirve “Brunch” a los fines de semana y feriados para las personas que se levantan tarde y como ya es tarde para tomar el desayuno, así se toma una comida más ligera y la pasamos muy bien.


A propósito un amigo que vino de España se quedó en ese hotel por eso fue una tarde muy bien pasada. Les conté lo de las flores se rieran mucho y dos amigas hasta me han dicho que les gustaría recibir una sorpresa así. Pensé si sería alguno de ellos pero les miré y ninguno de los tres dio señales de haber sido.


Estuvimos sirviéndonos del buffet, estaba muy bueno como siempre, yo siempre tomo mis jugos de frutas naturales, huevos revueltos con camarones, un poco de frijoles, ensalada… Había también comida japonesa, a ellos les gusto mucho. Comí también algo que no es costumbre el restaurante servir y que yo puse un poco en mi plato, fue un arroz de pato al horno que estaba buenísimo. De postre comí dos rebanadas doradas que estaban muy ricas, muy blandecitas porque deben haber llevado crema y muchos huevos.


Una música ambiente de piano en directo es siempre muy agradable y apareció cerca de las mesas un artista que es francés, pero que vive acá hace muchos años, tocando el bandoneón que dio un aire romántico y de pasión que en ese día especial de San Valentín nos hizo soñar un poco.


El final de la tarde fue llegando y después de mirar la puesta del sol en la terraza, nos despedimos hasta de allí a un mes como siempre en el mismo restaurante, quién sabe con otro amigo que está para venir de Argentina.


Salimos del restaurante, yo fui caminando en dirección a mi casa y cuando miro la tienda de la florista al lado del hotel, veo en el escaparate bellísimas flores y mis ojos quedaron parados en unas semejantes a las mías, aún miré a todos los lados a ver si veía a mis amigos para enseñarles las peonias.


Ya no los vi!


De repente me vino a la idea, una mirada un poco comprometedora de aquel amigo que había venido de España, pero que yo no me fijé muy bien y me di cuenta quién sabe si es el amigo desconocido?


Será? Por eso estoy publicando esta carta, será que fue él o será que fue alguno de Ustedes?


A pesar de aún no saber quién es, me siento feliz, estoy segura que algún día aparecerá.



Significado de la flor Peonia: Vergüenza, timidez.




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